jueves, 26 de agosto de 2010

Nuestra Política en materia de Información Sanitaria


He tenido la oportunidad de participar de la reunión de los encargados estadísticos de la Red de APS y compartí con ellos los principios que orientaran nuestro quehacer relativo a la Información Sanitaria y que a continuación describo:


1º El Sistema de Información en Salud (SIS) es uno de los elementos clave para hacer frente a los retos presentes y futuros derivados de nuestra realidad organizativa y de las demandas que plantean los tres grandes actores que integran el Sistema Sanitario. En primer término, los ciudadanos, más y mejor informados, más exigentes respecto al cuidado de la salud y con expectativas crecientes respecto de la calidad de los servicios. En segundo lugar, los profesionales, cada vez más implicados en la gestión de los recursos y comprometidos en adecuar la oferta al desarrollo científico de acuerdo con los recursos existentes. Por último, las administraciones sanitarias que, en una situación de recursos limitados, deben conjugar eficiencia y calidad con el objetivo de lograr un buen nivel de salud y satisfacer las expectativas de los ciudadanos y los profesionales.


2º El SIS constituye “la columna vertebral” del Sistema Nacional de Servicios de Salud. Representa una oportunidad de aprendizaje para que los múltiples actores del SNSS puedan contrastar sus logros, encontrar el origen de las diferencias, analizar la variabilidad de sus actuaciones y en general, adaptar progresiva y sistemáticamente su accionar a las necesidades de la sociedad de acuerdo con el desarrollo del conocimiento científico disponible.

3º Nuestro actual sistema de información está orientado hacia la compilación de datos estadísticos, en su mayoría de carácter descriptivo e independiente entre sí que, si bien proporcionan una gran cantidad de información, ofrecen una utilidad limitada para hacer el seguimiento de los grandes objetivos del Sistema Nacional de Salud.

4º En la actual organización de los establecimientos de salud la función señalada recae en las Unidades Estadísticas, generalmente dependientes de la Sección de Orientación Médica Estadística o SOME. Estos equipos, están encargados de la difusión y aplicación de las normas estadísticas y la instalación de los procesos locales que conduzcan a la captación, elaboración y procesamientos de los datos.

5º Varios diagnósticos coinciden hoy en la necesidad de contar con sistemas informáticos, que apoyen la recolección de los datos desde su origen y en forma automática, evitando su duplicidad u omisión y concentrando los esfuerzos de los encargados de la información, en el desarrollo de “capacidad crítica de los mismos” con la finalidad de mejorar su validez y utilizarlos en plenitud tanto para la gestión técnica como administrativa.

6º En el actual escenario se hace necesario reforzar la importancia de la captura de datos en los puntos de contactos y con base a instrumentos homogéneos y validados por los equipos clínicos: Hoja diaria de registro o software de Registro Clínico Electrónico. Este proceso que debiera ser continúo, debe fluir hacia las Unidades Estadísticas con el fin de consolidarlas una vez que han sido validados.

7º Los datos debieran transformarse en Información, y ser retroalimentados periódicamente tanto a los equipos técnicos como a los administradores o gestores, la oportunidad en el conocimiento de esa información es un valor que apoya la calidad de la misma.

8º En lo posible debiera evitarse la implantación de nuevos registros, no cubiertos por el Sistema Estadístico oficial, porque, por una parte, el actual sistema estadístico del MINSAL es considerablemente amplio y abarcativo, y por otra diluye esfuerzos en pro del mejoramiento de la integralidad y validez de lo exigido.

9º El seguimiento, la evaluación y el monitoreo son también funciones inherentes a un sistema de información. Lo que no se registra no se evalúa.

10º En la medida en que se mejore la captación, la recolección y procesamientos de los datos, aumentando su validez, serán utilizados para y por la gestión institucional y permitirán modificar o cambiar decisiones sanitarias que afecten a la población y a los ejecutores de las acciones.

11º Por último, cada vez más requerimos del uso y conocimiento de otras fuentes de información entre las cuales se encuentran fuentes formales gubernamentales y fuentes informales que serán necesarias de acopiar y que ayudarán al entendimiento de nuestro quehacer como un quehacer social. Para ese logro necesitamos de la profesionalización de los encargados de la información y probablemente de relevar esta función a nivel de staff gerencial, de los centros.

“ Información sin comunicación o comunicación sin contenido entendible conduce a la ausencia de decisiones apropiadas”

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